Viernes, 08 de enero de 2021
El consorcio gasista europeo Gas for Climate tiene previsto publicar este mes un documento en el que exigirá un objetivo obligatorio de gas renovable dentro de la hoja de ruta de descarbonización europea. Mientras tanto, en diciembre dio a conocer otro informe sobre el estado actual y las tendencias de futuro de los gases renovables. “La producción de biometano aumenta rápidamente, con una mayor proporción de biorresiduos como materia prima”, señalan, a la par que califican de “menos maduro” el desarrollo del hidrógeno verde.
El informe de Gas for Climate elaborado por Guidehouse (Market state and trends in renewable and low-carbon gases in Europe) no solo tiene en cuenta los gases renovables. Acorde con el consorcio de empresas gasistas que lo forman, el gas fósil, y sobre todo la producción de hidrógeno a partir de esta fuente con captura y almacenamiento de carbono (lo llaman hidrógeno azul), tienen también cabida en el informe.
Sin embargo, destacan especialmente la actualidad y la tendencia de futuro asociadas al biometano y le hidrógeno verde, es decir, el que se produce con fuentes de energía renovables. En cuanto al primero, concluyen que aumenta rápidamente a costos decrecientes. En concreto, recogen un quince por ciento de crecimiento del biometano inyectado en la red en 2018 y que el 65 por ciento se produce a partir de desechos orgánicos y biorresiduos.
En cuanto al hidrógeno, reconocen que la implantación de la infraestructura necesaria para su producción, distribución y consumo está menos madura, “con desarrollos tempranos de infraestructura y almacenamiento comerciales y pilotos para aumentar los niveles de mezcla”. Aún así, esperan “una oleada de proyectos de hidrógeno azul y verde en los próximos años”.
Hay que acelerar el comercio transfronterizo de biometano
El informe señala que las infraestructuras de gas existentes se utilizan cada vez más para transportar biometano y se preparan para transportar hidrógeno. Consideran que la tendencia va en la dirección correcta para lograr los objetivos de descarbonización de 2030 y alcanzar también las metas de creación de empleo que expusieron en otro informe publicado a finales de 2019.
No obstante, el presente informe constata que “todavía se requiere una aceleración para aumentar el comercio transfronterizo y reducir los costos de producción para ambos gases”. Se identifican como sectores claves en el aumento de la demanda durante la década de 2020 a la industria, el transporte y los entornos edificados.
En el transporte pesado por carretera aumenta el uso de bio-GNL (gas natural licuado), bio-GNC (gas natural comprimido) e hidrógeno. Por el contrario, la industria del transporte marítimo se encuentra aún en una etapa temprana de utilización de estos biocombustibles. Y la edificación hay un proceso de renovación, “pero se requiere una aceleración”, apostilla el informe
Enlace a la noticia original